India en la Luna: éxito de la misión primaria de la sonda Chandrayaan 3

El programa espacial de India ha logrado uno de sus mayores éxitos con la sonda lunar Chandrayaan 3. La misión, formada por la sonda de aterrizaje Vikram y el pequeño rover Pragyan, ha completado todos sus objetivos primarios. Tanto Vikram como Pragyan han entrado en hibernación para enfrentarse a la gélida noche lunar. Aunque es poco probable que sobrevivan —porque no están equipados con calefactores RHU o generadores de radioisótopos RTG—, tampoco es imposible. A partir del 22 de sptiembre, cuando vuelva a salir el Sol por el horizonte de la zona de alunizaje, podremos salir de dudas. Chandrayaan 3 alunizó con éxito el día 23 de agosto de 2023 a las 12:32 UTC, convirtiendo a India en el cuarto país en lograr un alunizaje suave tras la Unión Soviéitica, Estados Unidos y China, y en el segundo en hacerlo en este siglo después de China. La zona de aterrizaje fue bautizada como Punto Shiv Shakti el 26 de agosto —en honor de Shiva y su consorte, Shakti, dos deidades hindúes— y está situada en las coordenadas 69,373º sur, 32,319º este (el punto de aterrizaje estaba originalmente previsto a 69,368º sur, 32,348º este), haciendo de Chandrayaan 3 la sonda que ha alunizado a una latitud más extrema en toda la historia, aunque todavía lejos —a unos 600 kilómetros— del polo sur lunar (el eje de la Luna solo está inclinado 1,5º, así que apenas existen regiones árticas o antárticas propiamente dichas, pero podemos decir que Chandrayaan 3 ha sido la primera sonda en alunizar en las regiones polares de nuestro satélite). El anterior récord en latitud lo tenía la sonda Chang’e 4 china, que en 2019 alunizó a 45º sur.

La sonda de aterrizaje Vikram vista por el rover Pragyan a 15 m de distancia el 30 de agosto de 2023 (ISRO).

Nada más aterrizar, el aterrizador Vikram desplegó la rampa con el rover y activó los instrumentos ILSA, RAMBHA y ChaSTE, desplegando la sonda del instrumento ChaSTE para estudiar el regolito y depositando el sismómetro LISA en la superificie. Al día siguiente el pequeño Pragyan comenzó a desplazarse por la superficie lunar y se movió 8 metros y activó los instrumentos LIBS y APXS. Durante esta primera travesía, el rover atravesó un pequeño cráter relativamente grande con sus ruedas del flanco derecho, aparentemente sin consecuencias. Con este otro hito, India pasaba a ser la tercera nación en operar un rover no tripulado sobre la superficie lunar tras la Unión Soviética y China. Pragyan se convirtió en el quinto rover no tripulado en desplazarse por la Luna después de los Lunojod 1 y 2 y los Yutu 1 y 2. Por primera vez hubo dos rovers activos en la Luna, el chino Yutu 2 en la cara oculta y Pragyan en la cara visible. Con una masa de 26 kg y unas dimensiones de 0,917 x 0,75 x 0,397 metros, Pragyan es el rover más ligero y pequeño que ha recorrido la Luna (los Lunojod tenían una masa de hasta 840 kg y los Yutu 140 kg). Dotado de un panel solar vertical capaz de generar hasta 50 vatios de potencia eléctrica Pragyan es además el primer rover lunar que no emplea calefactores RHU o generadores RTG para sobrevivir a la noche lunar.

La primera imagen de la sonda Chandrayaan 3 en la superficie lunar el 23 de agosto (ISRO).
Chandrayaan 3 con el rover Pragyan (ISRO).
Pragyan baja de la rampa de Vikram (ISRO).

Conviene aclarar que la nomenclatura de la misión por parte de la agencia espacial india ISRO ha sido un tanto confusa, pues han dcidido llamar Vikram a la sonda de aterrizaje (en honor al padre del programa espacial indio, Vikram Ambalal Sarabhai) y Pragyan al rover («sabiduría» en sánscrito»), los mismos nombres que usó el segmento de aterrizaje de la misión Chandrayaan 2 que se estrelló en la Luna en 2019. Por tanto, hablando con propiedad, los elementos de la misión Chandrayaan 3 deberían llamarse Vikram 2 y Pragyan 2 (por cierto, la zona prevista de Vikram 1 era 70,9º sur y 22,78º este, bastante lejos de la zona elegida para Chandrayaan 3). El 27 de agosto se publicaron los primeros resultados de la temperatura del suelo lunar tomados por la sonda de ChaSTE (Chandra’s Surface Thermophysical Experiment), que se introdujo 10 centímetros en el subsuelo y estaba dotada de un sensor de temperatura cada centímetro. Aunque en la superficie el regolito estaba a 50 ºC, a tan solo 8 centímetros la temperatura había bajado a -10 ºC. Ese mismo día Pragyan se encontró frente a un cráter de 4 metros y se le ordenó cambiar de rumbo para evitar males mayores.

Pragyan rueda sus primeros 8 metros por la superficie lunar (ISRO).
Detalle del rover Pragyan descendiendo por la rampa (ISRO).
Un cráter de 4 metros frente a Pragyan (ISRO).
Pragyan y sus partes (ISRO).
Las huellas de Pragyan vistas por las cámaras del rover el 28 de agosto. Se aprecia una de las zonas donde giró sobre su eje (ISRO).

El 29 de agosto se publicaron resultados de la composición del regolito tomados por el espectrómetro láser LIBS (Laser Induced Breakdown Spectroscope) del rover, detectando varios elementos típicos del regolito (aluminio, calcio, silicio, oxígeno, hierro, cromo, manganeso y titanio) y confirmando la presencia de azufre. No se detectaron señales claras de hidrógeno, una evidencia necesaria para confirmar la presencia de hielo en el regolito (por otro lado, algo relativamente normal dado que las mediciones se hicieron cerca de la superficie). Dos días más tarde se anunció que el espectrómetro de rayos X (APXS) del rover también había detectado azufre. No está claro a qué se debe la presencia de este elemento en el regolito, pero podría ser de origen volcánico o traído a la superficie por meteoritos, o quizás se remonta a la formación de la Luna. El 30 de agosto la ISRO publicó una bella imagen de la sonda de aterrizaje Vikram tomada por las cámaras NacCam del rover Pragyan a unos 15 metros de distancia ese mismo día.

Datos de composición del regolito del instrumento LIBS del Pragyan (ISRO).
Pragyan desplegando el APXS (ISRO).
Pragyan y su espectrómetro APXS (ISRO).
Vikram visto por Pragyan el 30 de agosto (ISRO).
Recorrido del rover Pragyan en su misión primaria (ISRO).

El 31 de agosto se publicaron los resultados preliminares del instrumento RAMBHA-LP (Radio Anatomy of Moon Bound Hypersensitive Ionosphere and Atmosphere – Langmuir Probe) para el estudio de plasma lunar cerca de la superficie y se comprobó que la densidad de este plasma es menor de lo esperado según algunos modelos. Más allá de la curiosidad científica, estos resultados son buenas noticias de cara a las comunicaciones con artilugios espaciales, pues una alta densidad de plasma podría interferir con las mismas. El sismómetro ILSA logró detectar los movimientos de Pragyan en la superficie y lo que parece ser el impacto de algún meteoro el 26 de agosto. Con su misión completada después de recorrer unos 100 metros, el rover Pragyan entró en hibernación el 2 de septiembre, con el panel solar orientado para maximizar la insolación cuando vuelva a salir el Sol. De todos los rovers lunares, Pragyan es el que, por el momento, menos distancia ha recorrido, con tan solo 100 metros, lejos de los 1,5 kilómetros de Yutu 2 o los 11 y 39 kilómetros de los dos Lunojod, aunque muy cerca de los 115 metros recorridos por Yutu 1 de la Chang’e 3. También el 2 de septiembre, a las 21:21 UTC, la sonda Vikram encendió sus motores de forma inesperada y efectuó un pequeño salto de 40 centímetros de altura y 40 centímetros de longitud. Chandrayaan 3 culminaba así su misión principal, convirtiéndose en la segunda sonda espacial en «despegar» desde otro mundo después del salto de 2,5 metros que realizó la sonda Surveyor 6 de la NASA en 1967. La rampa del rover Pragyan y los instrumentos ChaSTE e ILSA se replegaron antes del saltito y se volvieron a desplegar tras el mismo. El 4 de septiembre a las 02:30 UTC Vikram entró en hibernación, dando por finalizada su misión primaria. A las 18:00 UTC de ese día la zona de alunizaje ya se encontraba rodeada por la oscuridad de la noche lunar.

El sensor del regolito ChaSTE y el sismómetro ILSA en la superficie lunar (ISRO).
El sismómetro ILSA detecta los movimientos de Pragyan (ISRO).
Pragyan en la superficie (ISRO).
Temperatura del subsuelo lunar medida por ChaSTE (ISRO).
Una «sacudida» de la Luna (¿un pequeño impacto de un meteoro?) detectado por ILSA el 26 de agosto (ISRO).
Mediciones de la densidad de plasma por el experimento RAMBHA-LP (ISRO).
Partes en instrumentos de Chandrayaan 3 (ISRO).

Independientemente de si logra despertar de la hibernación el próximo 22 de septiembre, Chandrayaan 3 ha sido un completo éxito, uno muy necesario tras el jarro de agua fría que supuso el fracaso de Vikram 1 de Chandrayaan 2. No obstante, conviene aclarar que, aunque ciertamente interesantes, los planes lunares de India no están a la misma altura en cuanto objetivos que los programas lunares CLPS de Estados Unidos o el CLEP de China. Dejando a un lado de que estos dos países están desarrollando misiones tripuladas a la Luna, un objetivo inalcanzable por el momento para India, la única misión lunar de India que se lanzará en el futuro es LUPEX (Lunar Polar Exploration Mission), una interesante iniciativa desarrollada en colaboración con Japón que estudiará la presencia de hielo en el polo sur lunar en 2024 o 2025. La ISRO suministrará la sonda de aterrizaje y la JAXA japonesa el rover polar y el cohete lanzador H3. Más allá de LUPEX no hay planes definitivos para futuras sondas lunares, mientras que tanto China como EE.UU. planean lanzar varias sondas no tripuladas en los últimos años. En concreto China, el gran rival de India, ha logrado alunizar tres veces seguidas en la última década y ha traído a la Tierra muestras de la Luna mediante la misión lunar automática más compleja de la historia (Chang’e 5). Aunque ya no aporta datos científicos destacables, la Chang’e 3 sigue activa, al igual que la Chang’e 4 y el rover Yutu 2, que llevan años funcionando en la Luna gracias al empleo de RHUs y RTGs con plutonio ruso.

Antes y después del salto de 40 cm del 2 de septiembre (ISRO).
La rampa de Vikram antes y después del salto de 40 cm del 2 de septiembre (ISRO).
La sonda Chandrayaan 3 vista en la superficie lunar por el orbitador Chandrayaan 2 (ISRO).

En cualquier caso, el programa de exploración espacial indio muestra su madurez con Chandrayaan 3 y con otras misiones como la sonda marciana Mangalyaan. El punto débil del programa es la falta de iniciativas relevantes de colaboración con otros países más allá de Japón. Si India logra unir fuerzas con otras naciones, sin duda aumentaría su potencial para realizar misiones más ambiciosas. Pero eso es el futuro. A corto plazo lo que todos esperamos es que Chandrayaan 3 salga de su hibernación el próximo 22 de septiembre.

Misión indo-japonesa LUPEX (JAXA).

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